“Sólo quien lo sufre sabe lo que siente y no existe medio humano ni científico por el que se pueda transmitir a otros todos los detalles, matices y sensaciones que acompañan a la experiencia del dolor.”
La Internacional Association for the Study of Pain, (IASP) elaboró la definición que más ampliamente se ha adoptado para definir el dolor: “Experiencia sensorial o emocional desagradable asociada a un daño tisular real o potencial.”
De una manera más práctica y clínica se podría definir como “una experiencia sensitiva desagradable acompañada de una respuesta afectiva, motora, vegetativa e incluso, de la personalidad”.
Por lo cual hoy te traigo, desde la medicina integrativa, las mejores herramientas para el manejo del dolor persistente. Entre estas herramientas, se encuentra la terapia neural, la medicina de la mente y el cuerpo (meditación), la dieta, medicamentos homeopáticos (homotoxicologicos), la terapia celular avanzada y las estrategias de movimiento (Fisioterapia); estas se pueden usar de manera segura, sin efectos secundarios, y les proporciona a los pacientes esperanza y mejoría de su dolor.